Tercer sábado de octubre, difícilmente Martes Santo, pero aun así la Iglesia-Museo de San Juan de Dios culminaba los cultos a su titular; Santa María la Real de Gracia y Buen Suceso. Los solemnes cultos daban comienzo el miércoles anterior, día de la Hispanidad, con el pregón oficiado por el presidente del Cabildo de Cofradías Pasionarias de Murcia, D. Ramón Sánchez Parra. El jueves comenzaba el tríduo a la Virgen de Gracia y el viernes a su término, los devotos de la Virgen tuvieron la ocasión de rendirle honores en forma de besa-escapulario. El sábado, día grande, comenzó la Santa Misa a las seis horas. Nuestra Señora de Gracia contemplaba ya desde su trono procesional las naves de su templo, pues su salida por las calles del centro histórico de la ciudad era inminente. Este año la Virgen lucía dos de sus históricas prendas del siglo XVIII, espolines de seda y oro y el broche de la Asociación del Santísimo Cristo de la Salud. Además, también se recuperaban los bucles barrocos tan característicos en la peluca. Tampoco faltó el cetro de D. Gabriel Bastida, que procesionó junto a su Virgen de Gracia. Y así fue como la titular de San Juan de Dios recorría en la tarde del sábado el centro de Murcia, acompañada por su cortejo y por cientos de personas que se asomaban a su paso.
Jorge Martínez Reyes. Todos los derechos reservados. |