Mientras tanto, la ciudad se preparaba para recibirla; en el Carmen iban y venían policías, la gente entraba en la parroquia y el cielo cada vez más oscuro. Después de que la Patrona cruzase el paso a nivel de Santiago el Mayor, el cielo comenzó a descargar muy fuerte. Todos aceleraron el paso y la Archicofradía de la Sangre abría la capilla de su titular y sacaba su pendón a pesar del gran diluvio. Como era de esperar, la Fuensanta no se paró frente al Cristo de la Sangre y se dirigió directamente hacia el interior de la iglesia. La parroquia carmelitana sirvió de descanso para estantes y romeros que iban totalmente empapados. La Virgen recibió los pétalos en el interior de la iglesia y partió con una lluvia fina hacia la Catedral. Eran las ocho de la tarde pasadas cuando entraba en el Cardenal Belluga por la calle San Patricio, debido a los andamios en la calle del Arenal, y lo hacía ya sin plástico, totalmente al descubierto. Y un año más, la Virgen de la Fuensanta entraba en la Santa Iglesia Catedral con los aplausos de todos los murcianos.
El 25 de marzo se podrá pasar por el manto de la Virgen a todos los niños que quieran, el 22 de abril saldrá a la calle en el día del Bando de la Huerta, el 4 de mayo se celebrará el aniversario de su Coronación Canónica, y el martes 6 de mayo, volverá a su Santuario.
¡VIVA LA VIRGEN DE LA FUENSANTA!
Todos los derechos reservados. |